Prevenir fuego en la chimenea

Prevenir fuego en la chimenea

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Limpieza

Aquellas chimeneas que están encendidas con asiduidad deben ser acondicionadas y limpiadas en profundidad, fundamentalmente, el tiro de la chimenea. Es importante eliminar la creosota (resina) adherida a las paredes del conducto, ya que esta es la que se prende y origina las llamas dentro del conducto.

Enceder el fuego

Se recomienda el uso de madera seca. La quema de madera seca produce menos creosota que la humedecida. Asimismo, son preferibles las maderas de especies como el roble o la encina, que son más duras y tienen mayor poder calorífico, porque producen menos creosota que las maderas blandas como el chopo o el abeto. Por otra parte, se desaconseja el uso de productos de alta combustión hasta que esté en perfectas condiciones, y no utilizar gasolina, ni productos aceleradores de la combustión para encender el fuego.

Buena ventilación

También ofrecen como una buena medida de prevención, la ventilación en las habitaciones donde se ubica la chimenea, ya que el fuego consume oxígeno y genera monóxido de carbono. Una buena ventilación mejora el tiro o el movimiento natural del humo por el interior del conducto y facilita la eliminación del monóxido de carbono.

Mobiliario

Es recomendable no colocar alfombras, muebles o ropa delante de la chimenea, porque pueden arder debido al calor recibido por radiación. Se deben mantener todos los materiales combustibles alejados a más de un metro de distancia del hogar.

Apagadas sin vigilancia

Se desaconseja dejar la chimenea encendida cuando vamos a dormir porque es peligroso ante un posible conato de fuego. Es preciso que esté apagada cuando la vivienda se quede vacía.

Detector de incendios

Una excelente medida preventiva en aquellas casas que cuenten con chimenea, es la instalación de un detector de incendios.

Extinguir el fuego de la chimenea

Si el fuego ya se ha producido, puede ser controlado con sal, arrojándola directamente sobre el fuego. Harán falta algunos kilos para extinguirlo, dependiendo de la persistencia del fuego. Apagarlo con agua no es una opción, puesto que la chimenea se puede agrietar como consecuencia del enfriamiento rápido o incluso producirse una explosión. La razón es que 1 litro de agua se transforma en 1700 litros de vapor y la chimenea no puede deshacerse de él lo suficientemente rápido. Por lo tanto siempre se tratará de utilizar una estrategia de sofocación del fuego. En ocasiones puede ser útil practicar un boquete a la altura del foco para atacarlo de una forma más eficiente.

Otra posibilidad de sofocar el fuego de la chimenea es el uso de un paño grueso húmedo. Con la ayuda de un bastón, insertar el paño húmedo por la entrada del conducto. Esto detendrá el tiro, y por lo tanto, el suministro de oxígeno. De todos modos, se aconseja llamar inmediatamente a los bomberos.